miércoles, 17 de septiembre de 2014

Avicena

Avicena:         


Avicena, o Ibn Siná (como fue llamado en persa), nació el 7 de agosto de 980 en Afshana, provincia de Jorasán, Transoxsiana, actualmente en Uzbequistán), cerca de Bujará. Sus padres eran musulmanes.
Al parecer fue precoz en su interés por las ciencias naturales y la medicina, tanto que a los catorce años estudiaba solo. Se le envió a estudiar cálculo con un mercader, al-Natili. Tenía buena memoria y podía recitar todo el Corán.
Cuando su padre fue nombrado funcionario, lo acompañó a Bujara, entonces capital de los Samaníes y allí estudió los saberes de la época, tales como física,matemáticas, filosofía, lógica y el Corán. Se vio influido por un tratado de al-Farabi que le permitió superar las dificultades que encontró en el estudio de laMetafísica de Aristóteles. Esta precocidad en los estudios también se reflejó en una precocidad en la carrera, pues a los dieciséis años ya dirigía a médicos famosos y a los diecisiete gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur.
Consiguió permiso para acceder a la biblioteca real, donde amplió sus conocimientos de matemáticas, música y astronomía. Al llegar a la mayoría de edad había estudiado todas las ciencias conocidas. Se convirtió en médico de la corte y consejero de temas científicos hasta la caída del reino samaní en 999.
En Hamadán, el emir buyida Shams ad-Dawla le eligió como ministro. Se impuso entonces un programa de trabajo agotador, dedicándose de día a la cosa pública, y de noche a la ciencia. Trabajaba y dirigía la composición del Shifa y la del Canon médico. Contó con la ayuda de dos discípulos que se repartían la relectura de los folletos de las dos obras, siendo uno de ellos Al-Juzjani, su secretario y biógrafo.
A los veinte años, y por mediación de Abū Bakr al-Barjuy, escribió diez volúmenes llamados El tratado del resultante y del resultado y un estudio de las costumbres de la época conocido como La inocencia y el pecado. Con estos libros su fama como escritor, filósofo, médico y astrónomo se extendió por toda Persia, por donde se dedicó a viajar.
En 1021, la muerte del príncipe Shams al-Dawla y el comienzo del reinado de su hijo Sama' ad-Dawla cristalizaron las ambiciones y los rencores. Víctima de intrigas políticas Avicena fue a la cárcel. Disfrazado de derviche consiguió evadirse y huyó a Ispahán, al lado del emir kakuyida Ala ad-Dawla Muhammed.
Con treinta y dos años inició su obra maestra, el celebérrimo Canon de medicina (traducida al latín por Gerardo de Cremona), que contiene la colección organizada de los conocimientos médicos y farmacéuticos de su época en cinco volúmenes.
Durante una expedición a Hamadán, en el actual Irán, el filósofo sufrió una crisis intestinal grave, que padecía desde hacía tiempo y, que contrajo, según dijeron, por exceso de trabajo y de placer. Intentó curarse solo pero su remedio le fue fatal. Murió a los cincuenta y siete años en el mes de agosto de 1037, tras haber llevado una vida muy ajetreada y llena de vicisitudes, agotado por el exceso de trabajo

Avicena como filósofo

En la filosofía Avicena es claramente un aristotélico. Estudia profundamente y se forma en la obra de Aristóteles y a partir de ella realiza sus propias especulaciones que pretende hacer compatibles con la religión musulmana. Cosa que dentro del
kalam será discutida posteriormente por su compatriota Al-Ghazali y defendida después por el andalusí Averroes.

En cuanto filósofo Avicena ejercerá gran influencia no sólo entre los filósofos árabes posteriores sino también en la filosofía cristiana de la Europa medieval.

Sus reflexiones se realizan alrededor de la idea de buscar un fundamento racional para los postulados de la religión musulmana.

Escribe textos comentando y anotando la obra de 
Aristóteles, y entiende que la verdadera filosofía se debe encontrar en una síntesis del aristotelismo y elneoplatonismo.


Expone su doctrina principalmente en la obra “Libro del remedio o de la curación”, en la que también glosa los textos aristotélicos.

PENSAMIENTO 


Avicena realiza una obra cuyo fundamento espistemológico se encuentra en la metafísica emanantista. Esta metafísica dice que todo lo existente en el mundo tiene su origen en una emanación de la divinad, tanto lo material como lo espiritual incluyendo la propia alma humana.

A partir de aquí distingue entre existencia real y posible, encontrándose en lo posible las esencias individuales -en el sentido de que son contingentes, son pero han podido no ser-.

Dios es el Ser Necesario o Causa Primera que explica el paso de las esencias a las cosas, a la materialización de las cosas. En Dios es indistinguible esencia y existencia, siendo una misma cosa. En todos los restantes seres se distingue su esencia de su existencia.


La existencia de las cosas es algo que se añade a las esencias y que son un “accidente” suyo, una consecuencia producida pero no necesaria -son “accidentales” en el sentido de no necesarias-.

La emanación desde Dios se produce a través de un encadenamiento de Inteligencias que van produciendo una sucesión de esferas astrales. De la última de ellas se derivan las formas inteligibles o esencias de las que surgen las cosas.

El alma humana es individual y es fruto de esta última Inteligencia y su esfera, no siendo inmortal individualmente.

El alma es una sustancia inmaterial capaz de desarrollar autoconciencia y de adquirir conocimiento. Su esencia es diferente a la del cuerpo.

Avicena distingue dos tipos de conocimiento. Por una parte está el racional que correspondería a todo ser humano. Por otra parte existe el conocimiento infuso el cual se dota solamente a unos pocos elegidos que desatacan por sus virtudes, reciben este conocimiento en sueños o en momentos de éxtasis, y es el tipo de conocimiento especial que tienen los profetas.

Para Avicena la creación es eterna, debido a que se trata de un efecto eterno que viene de una causa eterna, y esa causa es Dios.


La obra médica de Avicena


Como médico Avicena también traslada buena parte del conocimiento de la filosofía clásica. Sin perder de vista su planteamiento aristotélico estudia y reelabora las obras de los médicos griegos, especialmente las de Galeno, la cual debe en buena medida a Avicena su perduración en el pensamiento occidental.

Las obras médicas de Avicena, Galeno e Hipócrates son las que formarán la base teórica de la medicina medieval.

El principal texto médico de Avicena es “El Canon de la medicina”. Se trata de una obra enciclopédica sobre medicina que reúne y ordena las obras greco-latinas de la antigüedad clásica y las aportaciones posteriores de la medicina árabe.

Esta obra fue traducida al latín y al hebreo y su influencia perduró en el mundo occidental hasta el período renacentista. Fue el avance científico que se produjo a partir de entonces lo que la convirtió en anacrónica.

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