Averroes:
Averroes proviene de una familia de estudiosos del
derecho. Su abuelo fue cadí principal de
Córdoba bajo el régimen de los almorávides y su padre
mantuvo la misma posición hasta la llegada de la dinastía almohade en 1146. El
propio Averroes fue nombrado cadí de Sevilla y sirvió en
las cortes de Sevilla, Córdoba y Marruecos durante su carrera.
Además de elaborar una enciclopedia médica, escribió
comentarios sobre la obra de Aristóteles (de ahí que
fuera conocido como «El Comentador»). En su obraRefutación de la refutación (Tahafut al-tahafut) defiende la filosofía
aristotélica frente a las afirmaciones de Al-Ghazali de que la
filosofía estaría en contradicción con la religión y sería por lo tanto una
afrenta a las enseñanzas del Islam. Jacob Anatoli tradujo sus
obras del árabe al hebreo durante el
siglo XIII. Sus escritos influyeron en el pensamiento cristiano de la Edad
Media y el Renacimiento.
A finales del siglo XII una ola de fanatismo invadió Al-Ándalus después de la
conquista de los almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena, cerca de
Córdoba, prohibiéndose sus obras. Meses antes de su muerte, sin embargo, fue reivindicado
y llamado a la corte en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y metafísica
se han perdido definitivamente como consecuencia de la censura. Gran parte de
su obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, y
no en su original árabe. Su principal discípulo fue Ibn Tumlus, quien le había
sucedido como médico de cámara del quinto califa almohadeAl-Nasir.
PENSAMIENTO
Filosofía del conocimiento
La noética de Averroes, formulada en su obra
conocida como Gran comentario, parte de la
distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous
pathetikós (intelecto
receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que permitió
desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.
Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano
y cómo es posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de
seres perecederos.
El filósofo cordobés se distancia de Aristóteles al
subrayar la función sensorial de los nervios y al
reconocer en elcerebro la localización
de algunas facultades intelectivas (imaginación, memoria...).
Averroes sitúa el origen de la intelección en la
percepción sensible de los objetos individuales y concreta su fin en la
universalización, que no existe fuera del alma (el principio
de los animales): el proceso consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar
el universal.
Ese universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto
que lo es por aquello que es particular. En cualquier caso, es el intelecto o
entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de las cosas
sensibles.
Así las cosas, en su obra Tahâfut,
expone la necesidad de que la ciencia se adecue a
la realidad concreta y particular, pues no puede existir conocimiento directo
de los universales.
La concepción del intelecto en Averroes es cambiante,
pero en su formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es
decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del
conocimiento: material (receptivo), habitual (que permite concebirlo todo),agente (causa eficiente y formal de nuestro
conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).
Averroes distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más
propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto mediante el cual
esos inteligibles son verdaderos (las formas que son imágenes verdaderas) y el
sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto
material). Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual
es verdadera) existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este
es verdadero), dentro.
La influencia de Averroes en la historia del pensamiento europeo fue
decisiva. Los estudiosos judios difundieron sus Comentarios a las obras de
Aristóteles y fueron la base principal de la ciencia hebráica a partir del
siglo XIII. Mayor aún, si cabe, fue la influencia averroista en la escolástica
cristiana pasando la obra y el pensamiento de Averroes a través de la Escuela
de Traductores de Toledo al mundo cultural latino.
Fue un estudioso infatigable y un lector empedernido.Comentó a diversos
autores griegos y árabes como Platón (La República), Porfirio (Isagogé), Galeno
(varios tratados médicos), Temistio, Alejandro de Afrodisia (Metafísica y Sobre
el intelecto), al- Farabi (escritos lógicos), Avicena (Sobre lo contingente y
lo necesario y Poema de la medicina), Ptolomeo (Almagesto) y Algacel (La
destrucción de los filósofos). Sin embargo, pasó a la posteridad como el
Comentador por excelencia de Aristóteles.
Su contribución a la ciencia abarca tres ámbitos bien diferenciados: el
Derecho, la Medicina y la Astronomía.
Escribió una valiosa obra de Fiqh o Derecho islámico, la Bidaya, que hay
que insertar dentro de los estudios dedicados a los fundamentos del Derecho y
que implicaba el análisis comparativo de las diferentes escuelas jurídicas
islámicas.
En cuanto a la Medicina, Averroes escribió diversos tratados entre los
que destacan el Kulliyyât o Libro de las generalidades de la medicina,
traducido al latín medieval bajo el título de Colliget y muy difundido en el
Renacimiento, y los Comentarios a Galeno.
Averroes planteo la necesidad de elaborar una astronomía física y no
meramente matemática, que estuviera basada en la observación empírica del
cielo, ya que estaba Insatisfecho con las teorías de Ptolomeo.
Construyó una filosofía estricta, sobre los cimientos de la ciencia
griega, buscando especialmente un retorno a un aristotelismo integral,
menospreciando la teología especulativa o kalâm.
Para él, la razón es la actividad superior del ser humano y sostuvo que
a su cultivo se dedica la filosofía mediante un doble ejercicio: la aplicación
de las leyes lógicas que rigen el pensamiento y la reflexión sobre los datos
que nos proporciona la observación del mundo natural.
La filosofía es, por tanto, autónoma y se rige por una dialéctica
interna que permite tanto superar el error como avanzar en el proceso de
conocimiento del universo. Nada más alejado de la concepción averroísta de la
filosofía que la posición de los escolásticos cristianos para quienes la
filosofía debía estar sometida a la teología como su sierva o criada.
La noética 2 de Averroes formulada en su obra conocida como Gran
comentario, parte de la distinción aristotélica entre dos intelectos, el nous
pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto agente), que
permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y
religiosas.
Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es
posible la formulación de verdades universales y eternas por parte de seres
perecederos. A diferencia de Aristóteles subraya la función sensorial de los
nervios y reconoce en el cerebro la localización de algunas facultades
intelectivas (imaginación, memoria...).
Sitúa el origen de la intelección en la percepción sensible de los
objetos individuales y concreta su fin en la universalización, que no existe
fuera del alma (el principio de los animales): el proceso consiste en sentir,
imaginar y, finalmente, captar el universal. Ese universal tiene, existencia en
cuanto que lo es por aquello que es particular. Es el intelecto o entendimiento
el que proporciona la universalidad a lo que parte de las cosas sensibles.
En su obra Tahâfut, expone la necesidad de que la ciencia se adecue a la
realidad concreta y particular, pues no puede existir conocimiento directo de
los universales.
La concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su
formulación más amplia distingue cuatro tipos de intelecto, es decir, las
cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del conocimiento:
material (receptivo), habitual (que permite concebirlo todo), agente (causa
eficiente y formal de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe
en el alma) y adquirido (unión del hombre con el intelecto).
Averroes distinguia, además, entre dos sujetos del conocimiento (más
propiamente: los sujetos de los inteligibles en acto): el sujeto mediante el
cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son imágenes verdaderas)
y el sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto
material). Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual es
verdadera) existe fuera del alma y el sujeto del intelecto (por el cual este es
verdadero), dentro.
Otras tesis que encontramos en Averroes son:
Que el alma está dividida en dos partes, una individual perecedera (intelecto pasivo) y otra divina y eterna (intelecto activo).
La tesis de Averroes de que sólo hay un entendimiento de todos los seres
humanos a veces es etiquetada como "monopsiquismo", pero este es un
término problemático, ya Averroes se refiere a tesis de la unicidad del intelecto,
no el alma.
La teoría de Averroes tiene una epistemológica y un propósito
ontológico. Por un lado, Averroes quiere explicar como los inteligibles
universales pueden ser conocidos, y por otro lado contrario, quiere dar cuenta
de la demanda de Aristóteles de que el intelecto es la potencialidad pura y sin
mezcla con el cuerpo.
El intelecto activo es común a todos los hombres. El intelecto activo se
convierte en intelecto pasivo cuando se halla unido al alma humana. Cuando la
facultad imaginativa del hombre recibe las imágenes que le proporciona la
actividad de los sentidos, las transmite al intelecto pasivo. Las formas, que
existen en potencia en tales imágenes, son actualizadas por el intelecto
activo, convirtiéndose en conceptos y juicios.
En el ambito de la religión sostenia que las concepciones religiosas son
los símbolos de una superior verdad filosófica; que el pueblo no debe creer sin
razones sino que tiene que ser educado religiosamente, abandonando su
tradicional ignorancia; y pensaba que los filósofos deben "inquirir por la
razón los fundamentos de la revelación".
A fin de salvar la incompatibilidad de las tesis averroístas con la
doctrina cristiana, Siger de Brabant propuso la doctrina de la doble verdad,
según la cual hay una verdad religiosa y una verdad filosófica y científica.
Esta doctrina sería adoptada por la mayoría de defensores europeos del
averroísm
En el terreno ético-político Averroes se distingio por su actitud crítica y reformista. Por un lado, afirmaba que el Estado debe basar su acción política en la educación de los ciudadanos y no en la represión y por otro, sometio a severa crítica a los gobiernos islámicos de su época.
En el terreno ético-político Averroes se distingio por su actitud crítica y reformista. Por un lado, afirmaba que el Estado debe basar su acción política en la educación de los ciudadanos y no en la represión y por otro, sometio a severa crítica a los gobiernos islámicos de su época.
Otra muestra de su modernidad se encuentra en su denuncia del papel de
la mujer en la sociedad de su tiempo, y su tesis de que el mundo es eterno.
El primer auténtico receptor de la obra de Averroes fue Tomás de Aquino.
Su deuda intelectual es grande, en especial en metafísica, psicología e incluso
teología.
Por su reivindicación de la filosofía, por su valiosa contribución
científica y por el espíritu innovador que inspira su pensamiento, Averroes
parece más un intelectual renacentista o un filósofo moderno que un pensador
medieval ligado a la tradición. Entre los precursores de la cultura europea
moderna, Averroes ocupa, un lugar de primer orden.
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