domingo, 14 de septiembre de 2014

Platón

PLATÓN:

Filósofo griego (Atenas, 427 - 347 a. C.). Nacido en el seno de una familia aristocrática, abandonó su vocación política por la Filosofía, atraído por Sócrates. Siguió a éste durante veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas (Protágoras, Gorgias…). Tras la muerte de Sócrates (399 a. C.), se apartó completamente de la política; no obstante, los temas políticos ocuparon siempre un lugar central en su pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado. Viajó por Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto con los discípulos de Pitágoras; luego pasó algún tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue rescatado y pudo regresar a Atenas.
Allí fundó una escuela de Filosofía en el 387, situada en las afueras de la ciudad, junto al jardín dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre deAcademia. La Escuela, una especie de secta de sabios organizada con sus reglamentos, residencia de estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios especializados, fue el precedente y modelo de las modernas instituciones universitarias.
En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la Filosofía englobaba la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron apareciendo -en la propia Academia- las disciplinas especializadas que darían lugar a ramas diferenciadas del saber, como la Lógica, la Ética o la Física.  diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han conservado casi completos y se le considera por ello el fundador de la Filosofía académica (a pesar de que su obra es fundamentalmente un desarrollo del pensamiento socrático). La mayor parte están escritos en forma de Diálogos, como los de La República, Las Leyes, El Banquete, Fedro Fedón.
El contenido de estos escritos es una especulación metafísica, pero con evidente orientación práctica. El mundo del verdadero ser es el de las ideas, mientras que el mundo de las apariencias que nos rodean está sometido a continuo cambio y degeneración.
Sin embargo, las ideas de Platón siguieron influyendo -por sí o a través de su discípulo Aristóteles- sobre toda la historia posterior del mundo occidental: su concepción dualista del ser humano o la división de la sociedad en tres órdenes funcionales serían ideas recurrentes del pensamiento europeo durante siglos. Al final de la Antigüedad, el platonismo se enriqueció con la obra de Plotino y la escuela neoplatónica.
Pensamiento:

Hombre:

el hombre es un compuesto de dos realidades distintas unidas accidentalmente: el cuerpo mortal (relacionado con el mundo sensible) y el alma inmortal (perteneciente al mundo de las ideas, que contempló antes de unirse al cuerpo). Este hombre dual sólo podría conseguir la felicidad mediante un ejercicio continuado de la virtud para perfeccionar el alma; y la virtud significaba, ante todo, la justicia, compendio armónico de las tres virtudes particulares, que correspondían a los tres componentes del alma: sabiduría de la razón, fortaleza del ánimo y templanza de los apetitos. El hombre auténtico será, para Platón, aquel que consiga vincularse a las ideas a través del conocimiento, acto intelectual -y no de los sentidos- consistente en que el alma recuerde el mundo de las ideas del cual procede.
Sin embargo, la completa realización de este ideal humano sólo puede realizarse en la vida social de la comunidad política, donde el Estado da armonía y consistencia a las virtudes individuales


Conocimiento:

Trato de resolver el problema del ser y del devenir, llegando a la conclusión de que hay dos mundos:
Mundo de las ideas: El dominio del ser y constituye la auténtica realidad .
Platón opinaba que todo lo que podemos tocar y sentir en la naturaleza fluye. Es decir, según él, no existen unas pocas “materias primarias” que no se disuelven. Absolutamente todo lo que pertenece al mundo de los sentidos está formado por una materia que se desgasta con el tiempo. Pero, a la vez, todo está hecho con un molde eterno e inmutable.

Mundo Sensible de las Sombras: El no-ser al devenir.
El conocimiento seguro.
Platón pensaba que todo lo que vemos a nuestro alrededor en la naturaleza, todo lo que podemos sentir y tocar, puede compararse con una pompa de jabón. Porque nada de lo que existe en el mundo de los sentidos permanece. Incluso un bloque de mármol se altera y se desintegra lentamente. Lo que dice Platón es que no podemos saber nada con seguridad sobre algo que cambia constantemente. Solo podemos tener ideas o hipótesis poco seguras. Solo podemos tener conocimientos seguros de aquello que vemos con la razón.
Podríamos decir que la razón es eterna y universal precisamente porque sólo se pronuncia sobre asuntos eternos y universales.
A Platón le interesaban mucho las matemáticas, por que las relaciones matemáticas jamás cambian.
Sólo podemos tener ideas vagas sobre lo que sentimos, pero sí podemos conseguir conocimientos ciertos sobre aquello que reconocemos con la razón.
El camino que sube de la oscuridad de la caverna.
El mito de la caverna.
Lo que Platón describe en el mito de la caverna es el camino que recorre el filósofo desde los conceptos vagos hasta las verdaderas ideas que se encuentran tras los fenómenos de la naturaleza. Seguramente también piensa en Sócrates, a quien mataron los “moradores de la caverna” porque hurgaba en sus ideas habituales. De ese modo, el mito de la caverna se convierte en una imagen del valor y de la responsabilidad pedagógica del filósofo.
Lo que quiere señalar Platón es que la relación entre la oscuridad de la caverna y la naturaleza exterior corresponde a la relación entre los moldes de la naturaleza y el mundo de la Ideas.

POLITICA:
El Estado ideal de Platón sería una República formada por tres clases de ciudadanos -el pueblo, los guerreros y los filósofos-, cada una con su misión específica y sus virtudes características: los filósofos serían los llamados a gobernar la comunidad, por poseer la virtud de la sabiduría; mientras que los guerreros velarían por el orden y la defensa, apoyándose en su virtud de la fortaleza; y el pueblo trabajaría en actividades productivas, cultivando la templanza.

Las dos clases superiores vivirían en un régimen comunitario donde todo (bienes, hijos y mujeres) pertenecería al Estado, dejando para el pueblo llano instituciones como la familia y la propiedad privada; y sería el Estado el que se encargaría de la educación y de la selección de los individuos en función de su capacidad y sus virtudes, para destinarlos a cada clase. La justicia se lograría colectivamente cuando cada individuo se integrase plenamente en su papel, subordinando sus intereses a los del Estado.

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