Sofistas:
Los filósofos anteriores
se habían ocupado preferentemente del estudio de la naturaleza, es decir de la
investigación acerca del principio último de la realidad, del "arjé".
Los sofistas, aunque contemporáneos prácticamente de los pluralistas, desplazarán
su centro de interés hacia el estudio del hombre y de la sociedad, y de todo lo
relacionado con ellos.
Se ha intentado explicar
este cambio de orientación en la investigación filosófica por el cansancio al
que había conducido la investigación de los filósofos anteriores: la
multiplicidad de explicaciones acerca del principio de la realidad habría
generado un cierto escepticismo respecto a la posibilidad de obtener un
conocimiento verdaderamente objetivo y seguro de la naturaleza última del universo.
Pero quizá influya más en este cambio de orientación el hecho de que la
sofística se desarrolle fundamentalmente en Atenas, aunque no precisamente a
través de filósofos atenienses, sino de extranjeros afincados en Atenas o que
residen temporalmente allí, y que encuentran una predisposición por parte de la
sociedad ateniense hacia la recepción de sus conocimientos. Los cambios
sociales que tienen lugar en Atenas a lo largo del siglo V ac y que la llevarán
a ejercer la hegemonía cultural y política en el mundo griego, bastarían para
explicar el desarrollo de la sofística, así como el papel de los sofistas como
personajes "ilustrados", poseedores de un saber útil que transmitirán
a los atenienses.
Los sofistas no formaron
una escuela, aunque sus enseñanzas poseían características comunes entre las
que podemos destacar:
El interés por el hombre
y la sociedad, en relación con la creciente reflexión sobre el fenómeno de la
civilización y la cultura;
El mantenimiento de una
posición relativista, tanto respecto a la posibilidad del conocimiento como
respecto a las formas de organización social y política del hombre;
La consecuente
distinción entre las leyes sociales (nómos) que se consideran un mero producto
humano y las leyes de la naturaleza (physis), dando lugar al estudio y
teorización de la oposición entre convención y naturaleza;
El interés por la
retórica y la erística, en una sociedad democrática en la que el dominio de la
palabra y del discurso significaba el éxito y la consideración de sus miembros;
ello les convertiría en los educadores de la sociedad ateniense y en los
primeros pedagogos, especialistas en el arte de enseñar, estudiosos y
conocedores de sus dificultades y recursos;
Lo que guiaba la investigación de los sofistas
era la finalidad práctica, es decir: enseñar el arte de vivir y de gobernar.
La mala reputación que
posteriormente adquirieron los sofistas es debida en gran parte a la
interpretación que hace Platón de ellos, en varias de sus obras.
Originariamente el término "sophistés" era sinónimo de sabio y como
tal fue utilizado por Heródoto para referirse a Solón y a Pitágoras, o
tradicionalmente para referirse a los sabios en Grecia. Por lo demás, las
acusaciones de Platón de que cobraban por enseñar, o de que eran relativistas y
que sus teorías conducían al escepticismo, y que tanto influyeron
históricamente en la consideración negativa de los sofistas, no pueden dejar de
resultar ridículas en nuestros días.
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