miércoles, 18 de junio de 2014

Rene Descartes

RENE DESCARTES

(La HayeTurena francesa31 de marzo de 1596 -EstocolmoSuecia11 de febrero de 1650), también llamado Renatus Cartesius, fue un filósofomatemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica. se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612), donde gozó de un cierto trato de favor en atención a su delicada salud.
La figura de Descartes ocupa un lugar destacado no solo en la filosofía ( es considerado el padre de la metafísica moderna) sino en la matemática y la Física pues creo la Geometría Analítica y sentó las bases de la óptica geométrica.
Obtuvo el título de bachiller y de licenciado en derecho por la facultad de Poitiers (1616), y a los veintidós años partió hacia los Países Bajos, donde sirvió como soldado en el ejército de Mauricio de Nassau. En 1619 se enroló en las filas del duque de Baviera; el 10 de noviembre, en el curso de tres sueños sucesivos, René Descartes experimentó la famosa «revelación» que lo condujo a la elaboración de su método.

Tras renunciar a la vida militar, Descartes viajó por Alemania y los Países Bajos y regresó a Francia en 1622, para vender sus posesiones y asegurarse así una vida independiente; pasó una temporada en Italia (1623-1625) y se afincó luego en París, donde se relacionó con la mayoría de científicos de la época. En 1628 decidió instalarse en los Países Bajos lugar que consideró más favorable para cumplir los objetivos filosóficos y científicos que se había fijado, y residió allí hasta 1649.
Los cinco primeros años los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del mundo y su concepción del hombre y del cuerpo humano, que estaba a punto de completar en 1633 cuando, al tener noticia de la condena de Galileo, renunció a la publicación de su obra, que tendría lugar póstumamente.
En 1637 apareció su famoso Discurso del método, presentado como prólogo a tres ensayos científicos. Descartes proponía una duda metódica, que sometiese a juicio todos los conocimientos de la época, aunque, a diferencia de los escépticos, la suya era una duda orientada a la búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el saber.
Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, en su famosa formulación «pienso, luego existo». Sobre la base de esta primera evidencia, pudo desandar en parte el camino de su escepticismo, hallando en Dios el garante último de la verdad de las evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras y distintas».

 Pronto su filosofía empezó a ser conocida y comenzó a hacerse famoso, lo cual le acarreó amenazas de persecución religiosa por parte de algunas autoridades académicas y eclesiásticas, tanto en los Países Bajos como en Francia. En 1649 aceptó la invitación de la reina Cristina de Suecia y se desplazó a Estocolmo, donde murió cinco meses después de su llegada a consecuencia de una neumonía.
Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna por su planteamiento y resolución del problema de hallar un fundamento del conocimiento que garantice la certeza de éste, y como el filósofo que supone el punto de ruptura definitivo con la escolástica.

Obras

1628: Reglas para la dirección del espíritu
1630: El mundo o tratado de la luz
1637: Discurso del método
1641: Meditaciones metafísicas
1642: La búsqueda de la verdad mediante la razón natural
1644: Principios de filosofía
1649: Las pasiones del alma

 PENSAMIENTO DE DESCARTES.

CONOCIMIENTO:

Descartes concluyo que la filosofía anterior a él carecía de sustento racional Y desarrollo una nueva forma de raciocinio basada en la duda metódica; que consiste en dudar de los principios y verdades que no son demostrables por sí mismos. Así duda de los sentidos porque engañan (las cosas son aparentes); duda si esta despierto o dormido, duda si algún genio maligno nos hace ver e interpretar las cosas a su voluntad. El proceso de duda lleva a los axiomas filosóficos, que son verdades claras( claro es una duda en el Espíritu y la razón de manera transparente ) y distintas ( distinto es lo que se puede distinguir y separar de las demás cosas.

La Razón

El Racionalismo de Descartes es una lucha continua por la autonomía de la Razón desde el punto de vista gnoseológicoy no ontológico, puesto que lo importante de la Razón lo posee de forma innata dentro de sí.
Descartes define a la Razón como "lumens naturales" (luz natural) y es sinónimo de buena mente o buen espíritu. No la considera como una facultad sino como el desarrollo armónico de todas.
Ha de poseer una actitud crítica que la haga ser metódica y guiarse sólo por la evidencia. Toda la filosofía de Descartes viene regida por un método al cual se atiene siempre.

El método cartesiano: El análisis


El método cartesiano, que Descartes propuso para todas las ciencias y disciplinas, consiste en descomponer los problemas complejos en partes progresivamente más sencillas hasta hallar sus elementos básicos, las ideas simples, que se presentan a la razón de un modo evidente, y proceder a partir de ellas, por síntesis, a reconstruir todo el complejo, exigiendo a cada nueva relación establecida entre ideas simples la misma evidencia de éstas.


René Descartes plantea cómo avanzar con seguridad en el camino del conocimiento. Si la razón humana es una herramienta valiosa y eficaz, preguntándose cuál es el motivo de los errores filosóficos anteriores. Sin duda, piensa Descartes, estos errores han sido motivados por la falta de método en la búsqueda de la sabiduría, es decir, en la filosofía.
Descartes anticipa que su método no es único, sino un resultado personal. Éste método formado por reglas fijas no lo quiere para exponer teorías, sino para descubrir verdades, de ahí que el orden propuesto en su método no es el orden natural de las cosas sino el de nuestro conocimiento de ellas por medio de la Razón.
Así, propone como más adecuado el método deductivo de las Matemáticas, materia por la cual sentía una gran tentación. Este método será el Análisis. Además, su gran preocupación por el error le hará adoptar una duda metódica que hace que el cerebro sea prudente, cauteloso y por cierto punto confiado para eliminar toda clase de prejuicios.
El Análisis consistirá pues en buscar unas verdades evidentes e indubitables para, a partir de ellas, establecer unas reglas de deducción seguras y ciertas.
Para Descartes lo verdadero es evidente pero siempre de forma objetiva, por eso requiere que lo evidente sea a la vezclaro y distinto. Estos dos términos son recurrentes en la filosofía cartesiana y, aunque no trascenderán más allá del propio autor, merece la pena que sean explicados:
Clara es una idea cuando está y es conocida de forma separada a las demás.
Distinta es una idea cuando sus partes o componentes son separados unos de otros y conocidos con interior claridad.
Para descubrir este tipo de ideas hay que ver cómo funciona la Razón y como puede llegar a alcanzar ese conocimiento de las naturalezas simples. Lo hace a través de la intuición que es "Una luz natural que conoce de forma inmediata" y después por la deducción o sucesión de intuiciones por las cuales la inteligencia descubre las conexiones que se dan entre las intuiciones.

SER:

Según el método, la extensión debía constituir el único "ser" de lo que percibimos como exterior, porque es todo lo que percibimos clara y distintamente de ello. Asimismo, el "Yo pienso", el cogito debía ser el único "ser" del sujeto, porque es lo único que percibimos clara y distintamente como tal. Pero entretanto se ha metido por medio -sin interrogación ontológica- la noción de "cosa en sí", de substancia. Lo que ha obtenido Descartes es que la realidad puede ser escindida en tres ámbitos: divino, humano, corporal. La noción cartesiana de sustancia y su clasificación, se convertirá en una de las claves del pensamiento racionalista, de la nueva física.
Substancia es:
aquello que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir.

DIOS:

Dios está en la razón del hombre como un ser eterno sigue siendo la razón del creador y el ordenador.
Dios es voluntad infinita  no sólo en su campo de aplicación, sino también en su poder: en Dios no hay distinción entre la libre decisión y el conocimiento de lo que es (entre "voluntad" y "entendimiento"), porque todo lo que él decide es absolutamente por el hecho de que él lo decide; y a la inversa: todo lo que es es porque Dios lo ha querido; incluso las verdades necesarias, las cosas que tienen que ser como son y no se las puede pensar de otra manera (como las verdades matemáticas): son necesariamente así porque Dios lo ha querido y la voluntad de Dios es necesidad, o mejor: la necesidad metafísicamente entendida, no es otra cosa que la voluntad eterna e infinita de Dios.

HOMBRE:

Descartes dijo: Yo no soy precisamente hablando más que una cosa pensante o sea un espíritu, un entendimiento o una razón. Lo que caracteriza al hombre es el pensamiento, la razón, la palabra.
El sentido de la vida del hombre está en el desarrollo de su racionalidad. El hombre puede fingir que no tiene cuerpo alguno, pero no puede fingir que no es; el hombre es una sustancia cuya total esencia o naturaleza es pensar y no necesita para ser, de lugar alguno ni depende de cosa material. El alma es distinta del cuerpo y más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es. Lo que se requiere para que una proporción sea verdadera y cierta es que la concibamos muy clara y distintamente, al igual que la proporción Pienso luego soy. Reflexiona pues, que su ser no es perfecto pues en él está la duda; y hay mayor perfección en conocer que en dudar

NATURALEZA:

La concepción cartesiana de la naturaleza se caracteriza por varias notas distintivas que van a estar presentes en toda la modernidad, y que van a orientar el desarrollo científico. Tales rasgos son:
Mecanicismo: el universo es una gran máquina sometida a leyes. Todo queda reducido a materia (extensión) y movimiento. Con esta metáfora, a menudo habrá referencias a Dios como el gran relojero del mundo, encargado no sólo de “construir” el universo, sino de mantenerlo en funcionamiento.
No existe el vacío: el universo está lleno de materia, y no es posible concebir una extensión vacía. El universo es un “plenum”, y el vacío no existe.


Privilegio de las cualidades primarias (aquellas que pueden expresarse numéricamente, objetivas) sobre las secundarias. El científico debe ignorar cualquier aspecto subjetivo, y se niega la existencia de principios de acción intrínsecos. La física debe centrarse en el contacto observable entre los cuerpos.

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