miércoles, 18 de junio de 2014

Baron de Montesquieu

BARON DE MONTESQUIEU



(Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu) Pensador francés (La Brède, Burdeos, 1689 - París, 1755). Perteneciente a una familia de la nobleza de toga, Montesquieu siguió la tradición familiar al estudiar Derecho y hacerse consejero del Parlamento de Burdeos (que presidió de 1716 a 1727). Vendió el cargo y se dedicó durante cuatro años a viajar por Europa observando las instituciones y costumbres de cada país; se sintió especialmente atraído por el modelo político británico, en cuyas virtudes halló argumentos adicionales para criticar la monarquía absoluta que reinaba en la Francia de su tiempo.

Montesquieu ya se había hecho célebre con la publicación de sus Cartas persas (1721), una crítica sarcástica de la sociedad del momento, que le valió la entrada en la Academia Francesa (1727). En 1748 publicó su obra principal, Del espíritu de las Leyes,obra de gran impacto (se hicieron 22 ediciones en vida del autor, además de múltiples traducciones a otros idiomas). Hay que enmarcar su pensamiento en el espíritu crítico de la Ilustración francesa, con el que compartió los principios de tolerancia religiosa, aspiración a la libertad y denuncia de viejas instituciones inhumanas como la tortura o la esclavitud; pero Montesquieu se alejó del racionalismo abstracto y del método deductivo de otros filósofos ilustrados para buscar un conocimiento más concreto, empírico, relativista y escéptico.


PENSAMIENTO DE MONTESQUIEU

CONOCIMIENTO:

Montesquieu aplica a la historia la práctica de todo investigador serio, que es eliminar lo accidental porque el azar nunca es una explicación suficiente. Un accidente no produce más que otro accidente, y admite que hay circunstancias imprevisibles que pueden decidir el final de una batalla, pero si este es el caso, las consecuencias no duraran mucho  sin que la situación sufra  un vuelco puesto que nada alimenta ese acontecimiento accidental. “Si el azar de una batalla, es decir de una causa particular, ha arruinado un Estado, es porque había una causa general que hacía que ese Estado  debía perecer con una sola batalla”,  dice en las Consideración sobre la grandeza y decadencia de los romanos. Y en el desarrollo de las guerras civiles de Roma  no es decisivo que Cesar haya sido asesinado, haciendo de eso una reflexión  que es el centro de gravedad de su intención analítica y no puede ser más expresiva:
Con el asesinato del Cesar: “Era absolutamente imposible que la republica viniese a reestablecerse. Lo que ocurrió, fue lo impensable, que ya  no hubo tirano, pero que tampoco hubo libertad, pues las causas que la habían destruido subsistían aún. No se estaba dando la causa general o las condiciones necesarias para que esa causa particular pudiese ejercer su  efecto.


SOCIEDAD:

Montesquieu acomete la tarea científica de describir la realidad social según un método analítico y «positivo» que no se detiene en la pura descripción empirista de hechos, sino que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido número de tipos.
·         Dar una «respuesta sociológica» a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una interpretación racional.

POLITICA:

Se considera uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de la separación de poderes. La filosofía política  se transmuta en una filosofía moral cuando establece un ideal político que defiende es el de la consecución de la máxima libertad aunada a la necesaria autoridad política;  rechaza abiertamente las formas de gobierno despóticas. Pero para garantizarla al máximo, Montesquieu considera que es imprescindible la separación de poderes. Muy influenciado por Locke, desarrolla la concepción liberalista de éste, y además de considerar la necesidad de separar el poder ejecutivo del poder legislativo, piensa que también es preciso separar el poder judicial. Esta separación de los tres poderes ha sido asumida y aplicada por todos los gobiernos democráticos posteriores.
Cada pueblo tiene las formas de gobierno y las leyes que son propias a su idiosincrasia y trayectoria histórica, y no existe un único baremo desde el cual juzgar la bondad o maldad de sus corpus legislativos. A cada forma de gobierno le corresponden determinadas leyes, pero tanto éstas como aquéllas están determinadas por factores objetivos tales como el clima y las peculiaridades geográficas que, según él, intervienen tanto como los condicionantes históricos en la formación de las leyes. No obstante, teniendo en cuenta dichos factores, se puede tomar el conjunto del corpus legislativo y las formas de gobierno como indicadores de los grados de libertad a los que ha llegado un determinado pueblo.

HOMBRE:

El hombre en su estado natural tendría la facultad de conocer, pero no conocimientos. Es claro que sus primeras ideas no serían ideas especulativas. Pensaría en la conservación. Un hombre así sólo sería consciente, al principio de su debilidad; su timidez sería extremada. En estas condiciones cada uno se sentiría inferior a los demás o, todo lo más, igual, de modo que nadie intentaría atacar a otro. La paz sería, pues, la primera ley natural.

Al sentimiento de su debilidad uniría el sentimiento de sus necesidades, y, así, otra ley natural sería la que le inspirase la búsqueda de alimentos. el temor el placer la atracción el conocimiento constituiría la tercera. Y el deseo de vivir en sociedad es la cuarta ley natural.

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