miércoles, 18 de junio de 2014

Immanuel Kant

IMMANUEL KANT


(Königsberg, hoy Kaliningrado, actual Rusia, 1724-id., 1804) Filósofo alemán. Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia natural, en particular, por la mecánica de Newton.
Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal, de la que no llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros cuando residió por unos meses en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento luego de la muerte de su padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado ofrecimientos de otras universidades, por último fue nombrado profesor ordinario de lógica y metafísica.
La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.
En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial, denominado precrítico, caracterizado por su apego a la metafísica racionalista de Wolff y su interés por la física de Newton. En 1770, tras la obtención de la cátedra, se abrió un lapso de diez años de silencio durante los que acometió la tarea de construir su nueva filosofía crítica, después de que el contacto con el empirismo escéptico de Hume le permitiera, según sus propias palabras, «despertar del sueño dogmático».

PENSAMIENTO DE IMMANUEL KANT


CONOCIMIENTO:


CRITICISMO KANTIANO:

La monumental tarea que se impulsó el filósofo alemán Immanuel Kant fue hacer de la filosofía un sistema crítico que permitiera determinar el origen del conocimiento. El trabajo de Newton habia demostrado que si es posible el conocimiento en la ciencia; sin embargo, si las conclusiones de Hume eran validas, surgia un gran dilema. Para resoverlo, era preciso indagar sobre las facultades que le permiten al hombre conocer. En sus criticas, Kant se propuso buscar los Limites del conocimiento para cada facultad humana ( sensibilidad, entendimiento y razón ). La razón es la facultad que proporciona al hombre los elementos a priori para el conocimiento. Su uso teórico permite la posibilidad de conocer; su uso practico, la posibilidad de juzgar.

CRITICA DE LA RAZON PURA:

Kant compartía el postulado empirista según el cual todo conocimiento comienza con la experiencia, pero pensaba que no todo conocimiento procede de ella ¿Cómo es, entonces la facultad de conocer antes de la experiencia? En ella hay unos elementos a priori (innatos universales), así:
·         Sensibilidad: Formas (Tiempo y espacio)
·         Entendimiento: Categorías( unidad, pluralidad, totalidad , consistencia, negación, limitación, sustancia, causalidad, acción recíproca, posibilidad, necesidad, existencia)
·         Razón Teórica: Ideas (El mundo, yo, Dios)
Los juicios pueden ser analíticos( aquellos en los cuales el predicado está contenido en el sujeto: El circulo es redondo) o Sintéticos (aquellos en los cuales el predicado aporta algo  al conocimiento del sujeto : El circulo es rojo ). Los juicios que fundamentan la ciencia son los sintéticos a priori.
Kant concluyo que el conocimiento es una construcción activa de la Inteligencia (la cual reviste a los fenómenos de categorías a priori) y que todo conocimiento, para ser válido, debe ser nuevo y objetivo, esto es universal y necesario. Las esencias (noúmenos) no son cognoscibles por lo tanto la metafísica se convierte en una ética.

CRITICA DE LA RAZON PRÁCTICA:
Kant se propuso mostrar una ética fundamentada en la metafísica. La razón práctica (conciencia moral o capacidad de juzgar) Tiene a priori tres postulados regulativos: la libertad, la existencia  de Dios y la inmortalidad del alma. Kant sostuvo que el hombre es moralmente libre para elegir entre el bien o el mal. El resultado es el imperativo categórico: un factum moral que impulsa al hombre a obrar, a cumplir el deber (actuación ética) que Kant no relaciono directamente con el concepto de Dios).

CRITICA DEL JUICIO:


Estudia el llamado goce estético y la finalidad en el campo de la naturaleza. Cuando en la posición de fin interviene el hombre, el juicio es estético; cuando el fin está en función de la naturaleza y su orden peculiar, el juicio es teleológico. En ambos casos cabe hablar de una desconocida raíz común, vinculada a la idea de libertad. A pesar de su carácter oscuro y hermético, los textos de Kant operaron una verdadera revolución en la filosofía posterior, cuyos efectos llegan hasta la actualidad.

ETICA:

Según Kant, toda la moral del ser humano debe poder reducirse a un solo mandamiento fundamental, nacido de la razón, no de la autoridad divina, a partir del cual se puedan deducir todas las demás obligaciones humanas. Definió el concepto de «imperativo» como «cualquier proposición que declara a una acción (o inacción) como necesaria». En su opinión, las máximas morales anteriores se basaban en imperativos hipotéticos, por lo cual no eran de obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral, religioso o ideológico.
Un imperativo hipotético impulsaría a una acción en determinadas circunstancias. Por ejemplo: «Si quiero el bien común, debo no cometer un asesinato», de manera tal que quien no comparta la condición («querer el bien común») no está obligado por esa clase de imperativos. En cambio un imperativo categórico denotaría obligación absoluta e incondicional, y en todas las circunstancias ejercería su autoridad, ya que sería autosuficiente y no necesitaría justificación externa.

DIOS:


La idea de Dios no tiene objetividad teórica. La tesis se sigue de forma inconfundible de la posición del idealismo trascendental. Cuando Kant califica de postulado de la razón práctica a la tesis de que "Dios existe", está implicando que la ley moral le da objetividad práctica.
El argumento ético de la existencia de Dios hace uso de la concepción del sumo bien que implica la moralidad completa y "la felicidad que es igual que aquella". Como seres morales debemos exigir no sólo una situación ideal en la que todos los seres racionales sean santos, sino también otra en la que sus estados anímicos se caractericen por la intensidad y clase de felicidad que merezcan. Lo que debe ser, debe ser posible, pues toda obligación moral implica la libertad (moral) de realizarlo.


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