miércoles, 18 de junio de 2014

Martín Lutero

MARTÍN LUTERO


Teólogo alemán que inició la Reforma protestante .Nació el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben, en el seno de una familia dueña de una mina. Cursó estudios en la escuela latina en Mansfeld desde 1488 y después en Magdeburgo y luego en Eisenach. En 1501, estudia en Erfurt con la intención de hacerse abogado. Se doctora cuatro años después. Ingresó en el monasterio de los agustinos de Erfurt. En 1506 profesó como monje y un año más tarde se ordenó sacerdote. En 1509 se licenció en teología y volvió a Erfurt.
En 1510 viaja a Roma en representación de siete monasterios agustinos. La mundanidad del clero romano lo indignó. En 1512 se doctoró y asumió la cátedra de teología bíblica hasta su fallecimiento.
El 31 de octubre de 1517 se convirtió en una figura pública al exponer en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg sus 95 tesis o proposiciones escritas en latín contra la venta de indulgencias para la gran obra de los papas Julio II y León X: la construcción de la basílica de San Pedro en Roma. Rápidamente traducidas al alemán, consiguieron una amplia difusión.
Defendía sus opiniones en debates universitarios en Wittenberg y en otras ciudades, por lo que fue investigado por la Iglesia romana, determinando la condena del papa León X (15 de junio de 1520) de sus enseñanzas y su excomunión en enero de 1521. En abril de ese año, fue convocado ante el emperador Carlos V en la Dieta de Worms, pidiéndosele que se retractase ante las autoridades seculares y eclesiásticas allí reunidas. Se negó asegurando que para hacerlo tendrían que convencerlo con las Escrituras y la razón. El emperador lo condenó, pero el elector Federico el Sabio lo recluyó en su castillo (Wartburg), donde emprendió su traducción del Nuevo Testamento del original griego al alemán.
Los desórdenes provocados en Wittenberg por sus seguidores lo obligaron a volver a la ciudad en marzo de 1521. Se vio implicado en la guerra de los campesinos (1524-1526). Tomás Munzer (fundador de la secta de los anabaptistas) basaba sus demandas en los escritos de Lutero y aunque éste apoyó muchas de sus aspiraciones políticas, consideró falsos sus argumentos teológicos. Tomó una postura totalmente contraria a los campesinos. A pesar de que las peticiones de estos eran de sentido común: derecho a coger leña de los bosques, abolición de la servidumbre, reducción de los impuestos, cese de los castigos arbitrarios, etc. Se puso del lado de las autoridades escribiendo un duro alegato Contra las hordas asesinas y ladronas de campesinos.
Al prohibírsele asistir a la Dieta de Augsburgo, delegó la defensa de los reformadores, formulada en la Confesión de Augsburgo (1530), en su amigo el humanista Felipe Melanchthon (Felipe Schwarzerd). En 1532 se publicó su traducción del original hebreo del Nuevo Testamento.
Martín Lutero falleció el 18 de febrero de 1546 en Eisleben.

PENSAMIENTO DE MARTÍN LUTERO

POLÍTICA Y DIOS: 

Toda la teoría política de Lutero está basada en sus principios religiosos. A diferencia de Maquiavelo que elaboró una teoría política sobre las formas de gobernar de los príncipes, Lutero no intenta elaborar una teoría política sino que su pensamiento político tiene un carácter ocasional y marginal. Todo su preocupación radica en explicar el comportamiento que debe tener un cristiano en su vida temporal, abarcando cada ámbito en los que ésta vida se desenvuelve: la familia, el trabajo, la economía, las artes, etc.
Todo su pensamiento político se encuentra en la doctrina de los dos reinos: el reino de Dios y el reino del mundo. Lutero divide a los hombres en dos partes: los que pertenecen al primer reino, el reino de Dios, es decir los cristinos y los que pertenecen al reino del mundo, los no cristianos.
Afirma Lutero que hay que diferenciar ambos reinos pero que los dos son necesarios, porque no es suficiente el uno sin el otro: el gobierno espiritual de Cristo es necesario porque sin él nadie puede llegar a ser justo ante Dios, pero si sólo reina él sobre un país (partiendo de que no se extiende a todos los hombres, sino sobre los cristianos, que forman, un número reducido y viven entre los no cristianos) “se suelta el freno a la maldad y se deja lugar para todas las fechorías porque todos los hombres comunes no pueden aceptar ni entender este gobierno”; el gobierno secular es necesario para reprimir la maldad, sin él no sería posible la vida del hombre en sociedad, pero si sólo rige el gobierno secular o la ley “habrá pura hipocresía, pues sin el Espíritu Santo en el corazón nadie llega a ser bueno”.
El poder político es una institución querida pos Dios. Lutero insiste en que en orden político forma parte del orden providencial querido por Dios para este mundo. Los dos reinos, son dos modelos por los cuales Dios gobierna a los hombres, están en el mismo plano pues su origen es divino.
Lutero es el de si un cristiano debe por una parte, obedecer a la espada y por otra, si debe servirla. En la primera cuestión afirma que el poder y la espada son un servicio a Dios, porque aunque el cristiano no necesita la espada se somete a ella por amor al prójimo, porque es necesaria y útil al mundo. Lutero dice, en la segunda cuestión, que si la espada es un servicio a Dios, tiene que ser también un servicio a Dios todo lo que el poder necesite para llevar la espada, así los cristianos pueden ser verdugos, jueces, alguaciles, siempre que lo hagan para el bien del prójimo y no en interés suyo. Así para Lutero un príncipe es bueno cuando se despoja en su corazón de su poder y autoridad y hace suyas las necesidades de sus súbditos y actúa como si fueran sus propias necesidades.
En resumen no hace falta demostrar la importancia e influencia que tuvieron las ideas de Lutero, sobre todo en el plano religioso.

Con Lutero la fe religiosa se torna reflexiva. Contra la fe en la autoridad de la predicación y de la tradición el protestantismo afirma la dominación de un sujeto que reclama insistentemente la capacidad de atenerse en sus propias intelecciones. Pero como nos los recuerda Marx en sus escritos tempranos “si el protestantismo no fue la verdadera solución, si fue el verdadero planteamiento del problema. Ya no se trataba más de la lucha del seglar con el cura fuera de él, sino de la lucha con su propio cura interior, con su naturaleza clerical.

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